Calefacción central: cómo llegar a un acuerdo en tu comunidad de vecinos

Llega el invierno y, con él, uno de los conflictos más habituales entre las comunidades de vecinos: la calefacción central. Un conflicto que, este año, se agrava por el alza de los precios del gas y la electricidad. Recientemente, el Ejecutivo ha anunciado medidas que se aplicarán, también en las comunidades de vecinos, aunque con determinados requisitos. A continuación, analizamos cómo puedes optimizar el consumo de tu calefacción en tu bloque de viviendas si tiene calefacción central y cuáles son las condiciones que debes reunir para solicitar las bonificaciones.

A día de hoy, las comunidades de vecinos no pueden, legalmente, solicitar la TUR (tarifa regulada del gas), porque sobrepasan el límite de consumo habilitado para ello. No obstante, el Gobierno ha anunciado que creará una nueva tarifa, la TUR 4, especialmente pensada para este tipo de situaciones. 

Pero, para que una comunidad se pueda acoger a esta medida, es necesario que cada vecino disponga de un contador individual para analizar el consumo de cada vecino y, de esta manera, controlar el malgasto de energía. Una medida que, en realidad, está contemplada desde 2020 y que tiene de plazo hasta mayo de 2023 para implantarse en todas las viviendas comunitarias. 

Según las estimaciones gubernamentales, a esta medida podrán acogerse hasta 1,7 millones de personas. Y es que, de no aplicarse, algunas comunidades de vecinos podrían ver incrementada su factura energética de manera muy considerable, triplicando el precio habitual de otros años.

¿Qué soluciones puedo adoptar de manera inmediata si tengo calefacción central?

Pese a que la medida anunciada parece suponer un alivio para muchos edificios, lo cierto es que es necesario, también, adoptar soluciones a corto plazo para evitar que las facturas empiecen a dispararse desde este mismo mes. Y es aquí donde surge un problema en muchos edificios, especialmente en los que tienen sistemas de calefacción más antiguos que hacen que el calor se reparta de forma desigual por todo el edificio. 

Entonces, ¿qué tipo de soluciones pueden llevar a cabo para evitar que unos vecinos pasen frío y que todos paguen una cantidad disparada de dinero a final de mes? Lo analizamos a continuación:

  • Bajar la temperatura máxima: una de las medidas más eficientes es aplicar lo mismo que aplican, de manera obligada, los comercios y restaurantes. Es decir, reducir la temperatura máxima de la calefacción a 19-20 grados, en vez de los 24-25 grados que suele ser habitual. 
  • Limitar las horas de funcionamiento: es frecuente ver edificios cuya calefacción central empieza a funcionar a las 10:00 y se apaga a las 22:00. En lugar de permanecer 12 horas en funcionamiento, las comunidades pueden optar por limitar las horas. Por ejemplo, retrasando la hora de inicio a mediodía, ya que es por la noche cuando más bajan las temperaturas y, por tanto, cuando más falta hace. 
  • Retrasar la fecha de inicio: las comunidades de vecinos en los que, habitualmente, se empieza a encender la calefacción en octubre o en noviembre, pueden retrasar esta fecha. Una medida que, además, es muy factible este año debido a las altas temperaturas que seguimos teniendo a mediados de octubre, en comparación con lo que sería habitual. 
  • No encender la calefacción: en algunos casos más extremos, hay comunidades de vecinos que ya han acordado no encender la calefacción este año y prescindir de este servicio. No obstante, esta medida puede generar reticencias entre aquellos vecinos de una misma comunidad que no quieran renunciar a la calefacción.

¿Cuándo puede una comunidad decidir prescindir de la calefacción?

Una de las principales dudas que están surgiendo en muchos edificios es qué sucede si unos vecinos quieren poner la calefacción y otros prefieren no encenderla para ahorrar dinero. En este sentido, y según lo que dispone la Ley de Propiedad Horizontal en su artículo 17, este acuerdo debe ser refrendado por mayoría simple. Es decir, es suficiente con que la mitad más uno de los vecinos estén de acuerdo para ello. 

El motivo, según la LPH, es que se trata de una medida temporal, sin que suponga una supresión definitiva del servicio. En cambio, no es posible adoptar esta decisión unilateralmente por el administrador de fincas o por el presidente, sino que necesita el respaldo de la mayoría de sus vecinos. 

En el caso de los vecinos que no estén de acuerdo con la decisión, deberían tratar de impugnar el acta de la junta vecinal en la que se haya acordado y pedir una medida cautelar de urgencia, aunque ello no garantiza la impugnación, sino que serviría, más bien, para ganar algo de tiempo. 

¿Es posible desvincularse del pago de la calefacción central?

Ante esta situación en la que puede haber vecinos que no tengan solvencia para afrontar una subida tan elevada del precio, ¿es posible desvincularse de la calefacción central? Teóricamente, no se puede renunciar al abono de un pago de un servicio comunitario. En estos casos, la mejor alternativa es llegar a un acuerdo con la comunidad de vecinos para aplicar determinadas moratorias a los vecinos que tengan más dificultades económicas. 

Por lo tanto, y ante la incertidumbre en el mercado eléctrico y del gas de los próximos meses, parece que será necesaria una elevada capacidad de comprensión y sentido colectivo para hacer frente a una situación en la que hay que encontrar un equilibrio entre todos los vecinos. La asertividad es la cualidad más recomendada en este caso, en el que es imprescindible que todos los vecinos pongan de su parte para que la decisión que se tome satisfaga a la mayoría de ellos. 

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