Tras la aprobación de la Ley General de Telecomunicaciones, todos los agentes del ámbito de las telecomunicaciones coincidían en una cosa: era necesario avanzar a pasos agigantados hacia un modelo de conectividad rural total. Varios meses después, y cerca de alcanzar el ecuador del año 2023, conviene echar un vistazo y comprobar cómo está la situación actualmente.
La deslocalización geográfica que trajo consigo la pandemia, y que llevó a muchas personas a decidir un cambio de vida hacia lugares más tranquilos donde poder teletrabajar, tenía un claro obstáculo. Muchas zonas rurales no tenían una infraestructura de fibra óptica adecuada que les permitiera mantenerse conectadas con el resto del mundo, y eso no hacía sino acrecentar la brecha digital.
Por eso, las grandes empresas de telecomunicaciones adoptaron el compromiso de implementar soluciones de fibra óptica para que cualquier persona, desde cualquier lugar de España, tuviera acceso a la red. Pues bien, según los últimos datos aportados por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, más del 88% de la población española goza ya de fibra óptica con una velocidad superior a 100 Mbps.
El mapa de la conectividad y fibra óptica: cómo consultarlo
La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones ha elaborado un mapa interactivo en el que podemos consultar, a simple vista, cuáles son las áreas en las que todavía no se ha implementado la fibra óptica. En este mapa se representan dos tipos de zonas: las grises y las blancas.
Las zonas blancas, que en el mapa son de color morado, corresponden a aquellas áreas en las que no hay cobertura de redes de banda ancha, ni hay previsión de recibirla en un plazo de tres años.
Por su parte, las zonas grises con las que solo tienen cobertura de banda ancha de nueva generación o en las que se prevé su instalación en menos de tres años por parte de un solo operador.
Además, acercando el mapa a cada municipio es posible ver el alcance geográfico de cada zona, el número de viviendas incluidas y otros datos más específicos.
Por tanto, echando un vistazo general a este mapa, nos damos cuenta de que Galicia es la comunidad en la que menos zonas con cobertura de banda ancha hay a día de hoy, mientras que otras como Castilla-La Mancha están más avanzadas en este sentido.
¿Cuál es la previsión de la cobertura de fibra óptica en España?
Ante la duda de cuándo habrá fibra óptica al completo en todo el país, algunos operadores, como Movistar, se han marcado como fecha máxima 2024. De esta forma, se adelantan a las previsiones del Gobierno, cuya hoja de ruta especifica que, en 2025, todas las poblaciones españolas tendrán que tener cobertura total de banda ancha a más de 100 Mbps. Para conseguirlo, se han puesto en marcha diferentes programas y planes estatales y locales cuyo objetivo es acelerar la digitalización de las zonas rurales lo antes posible, como el Programa 300×100, entre otros.
El 5G, una alternativa creciente
Aunque las previsiones son bastante alentadoras, ya que, según lo que hemos comentado anteriormente, toda España tendrá cobertura de fibra óptica en menos de dos años, hay zonas en las que no es suficiente. Algunas de estas regiones se han decantado por la tecnología 5G, cuyo despliegue es más rápido y económico, porque es mucho más sencillo.
Esta tecnología tiene mejor rendimiento en las redes móviles, aunque la fibra óptica garantiza más estabilidad. Por este motivo, es perfecta para poder mantener la opción del teletrabajo sin problemas de conectividad, más allá de la conexión portátil que queramos tener gracias a nuestros dispositivos portátiles.
Por este motivo, la fibra óptica y el 5G no son tecnologías excluyentes, sino complementarias. La eliminación de la brecha digital pasa por que todos los usuarios del país tengan acceso a ambas independientemente del lugar en el que se encuentren, y en esa dirección se sigue trabajando a día de hoy. Hay avances, pero aún queda camino por recorrer.