Los bares y restaurantes son una parte fundamental de la cultura española, son casi necesarios por nuestra forma de socializar y de gestionar el tiempo de ocio. Tanto es así que el sector de la hostelería representa más del 6% del PIB en España, y da trabajo a 1,7 millones de trabajadores, aproximadamente. Unas cifras que revelan la importancia que tiene en el tejido social, empresarial y económico de nuestro país.
Es habitual que la opción de montar un bar o restaurante sea la elegida por muchas personas que quieren labrar su propio futuro. Sin embargo, no es algo tan sencillo como aparentemente parece, lleva un enorme trabajo detrás. Para que un establecimiento de hostelería tenga éxito deben combinarse múltiples factores: buen servicio, buena materia prima, buena gestión y una atención al cliente exquisita.
Como ves, es preciso estar atento a muchas cosas diferentes para que encajen a la perfección en este complejo engranaje. No obstante, de algunas de ellas no nos damos cuenta hasta que fallan y vemos el problema. Es el caso del mantenimiento de los equipos de frío industrial, una pieza fundamental en cualquier bar o restaurante para garantizar la seguridad alimentaria y mantener los productos en perfecto estado.
Tal y como te decíamos, los equipos de frío son el ejemplo perfecto de cómo no nos damos cuenta de lo importante que es algo hasta que falla. El reto está en evitar ese fallo y en ejercer un mantenimiento adecuado de forma continua. En este post te damos las principales claves.
¿Qué es el frío industrial?
Hablamos de frío industrial para referirnos al conjunto de equipos de frío o máquinas frigoríficas que están diseñadas para la conservación de alimentos. Estas máquinas se diseñan en base a una tecnología propia específica para no romper la cadena de frío y garantizar la seguridad alimentaria y la trazabilidad en los alimentos.
Para ello, se configuran de forma que mantengan la temperatura levemente por encima del punto de congelación, lo que frenará en seco la descomposición del alimento y prolongará su conservación durante más tiempo.
Mantenimiento de los equipos de frío industrial
Realizar un buen mantenimiento de estos equipos es fundamental para evitar posibles fallos y averías que corten la congelación, lo cual supondría una rotura de la cadena de frío y nos obligaría a retirar esos alimentos para evitar intoxicaciones por su ingesta. Cabe destacar que lo más recomendable es confiar en una empresa especializada para llevar a cabo este mantenimiento. Sin embargo, te contamos, grosso modo, qué componentes de los equipos deben mantenerse cada poco tiempo.
- Paneles frigoríficos: este tipo de paneles se colocan en el interior de todo el equipo con el objetivo de mejorar el aislamiento térmico. Se encargan de mantener las condiciones de temperatura y humedad sin cambios y controladas en todo momento, evitando cambios bruscos que dañen los alimentos.
- Puertas: las puertas frigoríficas deben tener unas condiciones muy específicas para garantizar la cadena de frío. Pueden ser de distintos tipos en función de su diseño y de su forma de abrirse. También son diferentes según dónde se vayan a colocar, en una cámara frigorífica o en una de congelación.
- Válvulas equilibradoras de presión: hablamos de unas válvulas que regulen, automáticamente, el aire que entra y sale de la cámara ante los cambios de presión que hay en el entorno. De esta manera, aunque la presión del exterior cambie, no afectaría al contenido de la cámara frigorífica.
- Bombas: son los elementos que se encargan del bombeo en los circuitos de refrigeración, lo que ayuda a mantener la humedad y la temperatura en el punto óptimo que queremos constantemente.
- Compresores: estas piezas sirven para conducir el flujo del refrigerante por todo el sistema del equipo. Para ello, aumentan la presión de evaporación hasta una presión de condensación.
- Evaporadores: en este caso, son los encargados de realizar el intercambio de la temperatura de un medio al otro, de forma que, mientras uno se enfría, el otro se calienta, generando un proceso de evaporación.
Las piezas que conforman los equipos de frío industrial varían en función del tipo de equipo. No requiere lo mismo una cámara de congelación que una de refrigeración, por ejemplo. Sin embargo, en todos ellos conviene revisar que no todas las piezas estén en perfecto estado y limpiarlas periódicamente, comprobar que no haya fugas o chequear que los ventiladores funcionan bien, entre otras cosas.
Es importante que este mantenimiento se lleve a cabo por empresas especializadas, que conozcan los equipos y que sepan identificar las posibles averías o puntos de mejora. Por ello, suele ser recomendable que la compañía que realice la instalación de los equipos de frío industrial sea también la que se encargue de su mantenimiento, puesto que es la que mejor los conoce.
En Solventia Solutions contamos con una gran experiencia en la instalación de equipos de frío industrial para hostelería, y disponemos de profesionales muy cualificados para llevar a cabo tanto la instalación como el mantenimiento de dichos equipos.