Cómo proteger los equipos de telecomunicaciones en verano

Llega el verano y, con él, las altas temperaturas al aire libre en todo el país. De hecho, aunque la predicción es difícil en estas situaciones, se espera que sea un verano con temperaturas muy cálidas, llegando a romper récords en algunas ciudades, y con fenómenos climatológicos adversos derivados de ellas. Tanto es así que los meteorólogos aventuran que los episodios de calor vendrán acompañados, también, de tormentas. 

Ante esta situación, nos preguntamos cuál es la mejor forma de proteger los equipos de telecomunicaciones en verano para que resistan todos estos fenómenos y no se produzca ninguna avería importante que afecte a la red de telecomunicaciones. 

De hecho, la protección de los armarios y cabinas donde se albergan los equipos es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en el sector de las telecomunicaciones. Especialmente, en un momento como el que vivimos actualmente, donde cada vez asistimos a episodios más extremos, tanto de frío como de calor. 

Por eso, en este artículo te vamos a contar cuáles son las claves para mantener bien protegidos a los armarios de intemperie que se utilizan en el sector. Además, te contamos cuáles son las estrictas pruebas que deben pasar en la fase de diseño con vistas, precisamente, a estas situaciones climatológicas.

¿Qué factores externos pueden influir en los armarios de intemperie?

En realidad, cualquier condición meteorológica puede afectar a los racks de telecomunicaciones, aunque las altas temperaturas, las lluvias torrenciales y las olas de frío son algunas de las que más daño pueden hacer si la estructura no está correctamente protegida. 

Por un lado, la temperatura exterior repercute en la temperatura interior, en la medida en que, cuanto más calor haga fuera, más subirá la temperatura interior. Además, en el caso de los episodios de calor, cabe destacar que este tipo de armarios de intemperie suelen albergar equipos que, por sí mismos, ya emiten algo de calor. Por lo tanto, es conveniente tener más cuidado en verano que en invierno, si bien hay que garantizar la máxima protección térmica en cualquier época del año. 

Y, en el caso de las lluvias, si estas se producen de manera muy torrencial, podrían producirse más filtraciones al interior, lo cual también dañaría los equipos electrónicos que se encuentren dentro. 

Cómo proteger los armarios de intemperie en verano

En este escenario de incertidumbre climatológica, lo más recomendable es apostar por la prevención y diseñar armarios de intemperie y racks que cuenten con la máxima protección para soportar todos los fenómenos que hemos mencionado anteriormente. Para ello, hay que prestar especial atención a dos indicadores:

  • Grado IP (Ingress Protection): el índice IP mide el nivel de resistencia de un material frente al agua y al polvo. Para ello, está seguido de dos dígitos. El primero de ellos hace referencia a la entrada de agentes sólidos (polvo), mientras que el segundo certifica el nivel de resistencia al agua. Así, por ejemplo, si un rack tiene un índice IP68, indica que tiene la máxima protección frente a ambos.
  • Grado IK: en este caso, se utiliza este método de medición para clasificar la resistencia de los racks ante impactos mecánicos externos. Este indicador toma como referencia los valores numéricos comprendidos entre 0 y 10, siendo IK10 el grado máximo de protección que podemos alcanzar.

Armarios de intemperie: ¿A qué pruebas se someten?

Además de analizar estos indicadores, que son determinantes a la hora de escoger el material para diseñar los racks, hay distintas pruebas a las que deben someterse para garantizar la máxima protección posible.

Entre las pruebas más relevantes destaca el test de temperaturas, en el que el rack se somete a temperaturas a las que podrían alcanzarse durante los meses más calurosos, para estudiar su comportamiento y resistencia y detectar los posibles puntos de mejora. 

Hay que tener en cuenta, además, que en estas pruebas no solo influye la temperatura como tal, sino también la altitud a la que se coloque el rack y la zona geográfica. Por ejemplo, un armario de intemperie situado en la sierra de Jaén necesitará soportar temperaturas más altas que el que se coloque en Vigo. En cambio, este segundo tendrá que aguantar mejor la humedad. 

Por lo tanto, el test de temperatura permite comprobar cómo respondería cada armario de intemperie ante altas temperaturas, y durante cuánto tiempo podría soportarlas como máximo. 

También se lleva a cabo una prueba de viento, en la que se analizan los efectos que ejercen los flujos de aire en los armarios de intemperie. Asimismo, también se comprueba si hay algún cambio importante en los componentes eléctricos. Para ello, en Solventia homologamos los racks con pruebas de vientos que alcanzan los 210 km/hora. 

Estas son las pruebas más importantes en lo que respecta a la temperatura exterior, pero no significa que sean las únicas que se llevan a cabo. Si quieres ver qué pruebas realizamos en nuestros racks outdoor, te animamos a leer nuestro artículo sobre ello. 

La personalización es un factor clave a la hora de diseñar los armarios de telecomunicaciones. No todos los equipos que se van a albergar en ellos tienen las mismas características y, por ello, en Solventia apostamos por diseñar los racks y armarios de intemperie a medida, para adaptarnos a las necesidades que tiene cada cliente según las piezas y componentes de sus equipos. 

De esta forma, garantizamos que los equipos gozan de la máxima protección posible teniendo en cuenta las particularidades de cada uno, y realizando las pruebas necesarias en base a ellas.

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